Ensalada de invierno con brotes de trigo


Ayer cogimos del huerto una col lombarda o morada y una de hoja verde y decidimos hacer una ensalada de crudités con ellas, cortándolas finas junto a una zanahoria y acompañándolas de un buen queso de cabra. Como guinda añadimos unos brotes de trigo de la variedad Aragón 03 que preparamos la semana pasada. El resultado es un plato delicioso, con un toque dulzón que le da mucha personalidad y que se puede combinar con múltiples sabores y texturas, como los frutos secos o cualquier vinagreta, aunque nosotros solamente usamos como aderezo el aceite de casa y un toque de sal.

Las semillas contienen el germen en su interior, que es el rudimento de una nueva planta que se desarrollará cuando las características del ambiente lo permitan. Es posible hacer germinar semillas en casa mediante un sencillo método que combina tres elementos importantes: calor, humedad y presencia de oxigeno.

El consumo de germinados aporta vitaminas, oligoelementos, aminoácidos y otros elementos  fácilmente asimilables por el organismo; al no ser cocinados, su alto valor nutricional se conserva intacto.

Nosotros disponemos de un utensilio de barro de varios pisos diseñado para germinar granos, que facilita el drenaje del agua, pero es posible realizar el mismo procedimiento en un tarro de vidrio tapado con una malla o gasa que deje escurrir el agua sobrante, sujeta con una goma.
El procedimiento es sencillo: se mojan las semillas que se desean germinar, que con preferencia deberán ser ecológicas  y se colocan en un lugar oscuro hasta que se "activan":


Normalmente las semillas tardarán unas 24 horas en activarse, momento en el que debemos colocarlas en un lugar luminoso para que se inicie la germinación. En este punto es importante mantener la humedad pero con un drenaje constante, es decir, que el agua no quede estancada en contacto con la semilla. Al tratarse de un proceso que dura varios días, es importante mantener la limpieza en todo momento, tanto del agua, como de las semillas, el recipiente y nuestras manos.
Al cabo de un par de días manteniendo la humedad y con luz, el resultado será este:


Nosotros no dejamos que los brotes superen los 4 cm de altura, en este punto están dulces y riquísimos. Se pueden añadir a cualquier ensalada, sopa, tortilla o acompañar a cualquier plato, preferentemente añadidos al final del proceso de cocción para que no pierdan sus propiedades nutricionales. Deben conservarse en la nevera y consumirse en un par o tres de días.

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