Gestión sostenible del suelo: sembrando guisante forrajero


Introducimos el guisante forrajero dentro de las rotaciones de nuestros cultivos. Esta leguminosa nos ayudará a fijar nitrógeno al suelo y a mejorar su estructura, permitiéndonos prescindir del uso tanto de abonos minerales como de abonos de origen animal u orgánicos. 
Por otra parte, este cultivo implica una disminución el número de semillas de plantas adventicias que competirían con el cereal, dejando el campo en buenas condiciones para la siembra del año que viene. 
Con estas rotaciones evitamos el empobrecimiento del suelo que implica el monocultivo, basándonos en la biodiversidad agraria y el respeto al ritmo y la capacidad de la tierra para regenerarse. Entendemos que la agricultura sostenible debe gestionar los suelos de forma que no sea necesario el enriquecimiento artificial con productos de síntesis que alteren el ecosistema en el que trabajamos y vivimos. 


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