Algunos franceses tienen costumbre de cenar crêpes los domingos; así que en honor a nuestros vecinos norteños, ayer nos animamos a probar y la experiencia fue muy divertida, dejamos volar la imaginación para diseñarnos diferentes modalidades tanto saladas como dulces.
Ingredientes:
- Una taza de harina integral Aragón 03
- Una taza de leche (animal o vegetal)
- Una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
- Un huevo de tamaño mediano
- Media cucharadita de sal
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y los mezclamos. Se puede reservar la mezcla un rato para mejorar el resultado, nosotros no tuvimos paciencia y los hicimos directamente... ¡Con muy buen resultado!
Para estas cantidades nos salieron unos 6 crêpes grandes.
Para formarlos, debemos elegir una sartén completamente plana y poco adherente (hay algunas especiales para crêpes) y untarla con papel absorbente aceitado. Cuando la sartén está bien caliente, con un cucharón (o directamente con el vaso de la batidora) se echa un poco de la mezcla (depende de lo gruesos que queráis que sean, nosotros los hacemos bastante finitos, de unos 2mm) mientras con la otra mano se mueve la sartén para que se reparta por toda su superficie. Al principio quizá cueste un poco encontrarle el punto exacto, pero con práctica quedan preciosos. Luego la dejamos a fuego medio-alto, veréis que se van formando agujeritos bastante rápido en la masa. El momento de darle la vuelta es cuando los lados empiezan a tostarse y a separarse de la sartén. Entonces, con ayuda de una espátula, levantáis por el borde y le dais la vuelta, para que se dore por el otro lado.
Conviene ir pasando un papel untado con aceite por la sartén antes de hacer cada pieza.
En este momento ya sólo queda dar rienda suelta a la creatividad y rellenarlos de lo que más os apetezca. ¡Qué disfrutéis!
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